LA PELIGROSIDAD DE LA CALLE MIGUEL DE CERVANTES EN IMÁGENES.

La inauguración de la Avenida Mercedes Pinto ha supuesto la entrada en funcionamiento de nuevos semáforos en La Orotava. Además, la calle Miguel de Cervantes ha sufrido también modificaciones. Ahora, a partir de la Casa de Doña Chana, esta vía tiene dos carriles. El de la izquierda, al llegar a la estación de guaguas, acaba en un ceda el paso a los coches que vienen por el lado izquierdo, desde la calle San Juan Bosco. Este ceda el paso es muy peligroso ya que solo vemos los coches si giramos la cabeza puesto que no se divisan por el retrovisor exterior. La peligrosidad se acentúa cuando iniciamos de nuevo la marcha ya que nos encontramos con una paso de peatones que cruza los tres carriles. Vamos, que no podemos relajarnos en absoluto.

Se debe hacer hincapié en que esta calle Miguel de Cervantes forma parte de la vía insular TF - 21, utilizada por muchos de los vehículos que bajan desde el Parque Nacional del Teide. Por tanto, debido a su pronunciada pendiente, la existencia de dos pasos de peatones, la confluencia con otra calle, el elevado número de vehículos que soporta cada día, el peligro de deslizamiento en el carril izquierdo, la presencia en esta misma parte de la vía de una zona de carga y descarga que ocupan muchas veces camiones que invaden gran parte del carril izquierdo (obligan a frenar a los vehículos que lo utilizan y se producen retenciones innecesarias) hacen de la calle Miguel de Cervantes un punto especialmente complicado para el tráfico y para los viandantes.

Otro motivo para justificar una actuación inmediata de las autoridades municipales en una nueva regulación del tráfico en esta calle Miguel de Cervantes es la obligación que tienen los vehículos que utilizan la calle San Juan Bosco de cruzar dos carriles para acceder a la calle San Isidro.

Una solución posible pasaría por la colocación de nuvos semáforos en esta parte de La Orotava para evitar una posible desgracia, que en cualquier momento puede ocurrir. Hasta que nuestros políticos adopten una medida encaminada a solucionar este problema no nos queda otra que extremar la precaución, tanto por parte de los conductores como de los peatones.

Circular por algunas calles de La Orotava parece que se ha convertido en toda una odisea. Y todo por no utilizar el sentido común.

Ir a INICIO.