PINTAN GRAFFITIS EN EL TEIDE
Un corredor de montaña inscrito en la Tenerife BlueTrail 2015 provoca daños medio ambientales importantes en un sendero del Parque Nacional del Teide, concretamente en el Nº 23 Los Regatones Negros, que desde los Roques de García asciende hacia Pico Viejo.
El impresentable en cuestión pintó flechas de color rojo en el suelo y marcas en las rocas que sirven de guía a los senderistas. Su objetivo no era otro que no perderse. Gracias a la colaboración ciudadana se le pudo detener en lo alto de El Teide. Pero el daño ya estaba hecho.
El domingo pasado caminaba por los Roques de García y descubrí una primera huella dejada por el individuo justo al comienzo del sendero Nº 23. Recorrí medio kilómetro del camino y comprobé la magnitud del atentado ecológico provocado por los graffitis.
No hay palabras para expresar el sentimiento generado por tal acto vandálico.
Las autoridades deberán exigir al autor de los hechos que pague de su bolsillo la regeneración, si es posible, del sendero mediante el borrado de las marcas. Además se le debería sancionar por el daño que ha ocasionado a una zona de un Parque Nacional (máxima protección medioambiental del país) y a un edificio volcánico considerado por la UNESCO Patrimonio Natural de la Humanidad. Los hechos son lo suficientemente graves como para que no pueden impunes.
Desde mi modesta opinión, el Parque necesita una mayor vigilancia y la conciencia de los visitantes para conservarlo. En breve comenzará, con el consentimiento de las autoridades, otro de los espectáculos deplorables que atentan contra el sentido común, la llegada de la nieve y de miles de personas a la cumbre de Tenerife para "disfrutar" de cualquier forma del elemento blanco.
Más adelante publicaré fotografías del estado de suciedad de algunos senderos de Las Cañadas (incluso de algunas zonas de El Teide), de la producción de energía a través de fuentes contaminantes cuando las horas de sol en esta zona superan las tres mil anuales, etc.
Las actividades económicas que se desarrollan en el Parque Nacional del Teide podrían permitir una mayor inversión en personal de vigilancia las veinticuatro horas en todos los caminos de la red de senderos y así evitar el deterioro que se genera por la visita de varios millones de personas al año.
Como siempre, los políticos tienen la última palabra, espero que estén a la altura de un lugar único en el mundo. Tenerife se merece lo mejor.
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